Las bebidas alcohólicas no pertenecen a los productos de la demanda diaria, pero sus precios siempre han estado bajo el escrutinio de los consumidores rusos. Hoy en Rusia, el precio más bajo de una botella de vodka está justo por debajo de los 100 rublos, pero en un futuro muy cercano la situación puede cambiar significativamente. A partir de julio de 2012, es probable que aumenten los precios minoristas mínimos de esta bebida fuerte.
El Servicio Federal de Regulación del Mercado del Alcohol de la Federación de Rusia ha establecido el tamaño de los precios al por menor de las bebidas espirituosas. Se introducirán nuevos precios mínimos a partir del 1 de julio de 2012. El límite de precio más bajo para una botella de vodka de 0,5 litros aumentará en aproximadamente un tercio y ascenderá a 125 rublos. El aumento esperado de los precios está asociado a otro aumento de los impuestos especiales sobre el alcohol, previsto para mediados de año. En el caso del vodka, el impuesto especial aumentará en un 20%.
El mercado ruso esperaba un aumento en el precio minorista mínimo para el alcohol fuerte incluso antes del inicio de 2012. Los expertos señalaron que las normas de precios vigentes en ese momento no se correspondían con las realidades económicas. Teniendo en cuenta los impuestos, el aumento de los precios del alcohol y otros costos de producción, el precio del vodka debería haber sido de al menos 130 rublos incluso entonces. Los precios bajos se mantienen, en primer lugar, debido al dominio de los productores ilegales en el mercado de bebidas alcohólicas. Y el consumidor sufre de esto.
Antes del Año Nuevo, el gobierno, después de haber aumentado el impuesto especial sobre el vodka en un 10%, decidió no aumentar los precios minoristas mínimos. Es muy posible que una de las razones de esta decisión fueran las próximas elecciones presidenciales en Rusia. En efecto, la subida del precio de este popular producto entre las amplias masas populares podría dar otro motivo de descontento con algunos estratos electorales de la sociedad, según el diario económico RBK.
La mayoría de los productores legales de alcohol están satisfechos con los próximos cambios de precios, considerándolos oportunos y justos. Los expertos creen que con los nuevos precios minoristas mínimos, incluso los pequeños productores de las regiones con canales de distribución bien establecidos podrán mantenerse dentro del margen de rentabilidad. Un aumento de los impuestos especiales y, en consecuencia, los precios al por menor deberían asestar objetivamente un golpe tangible al mercado en la sombra del alcohol.
